Tehuacán, Puebla — La rabia y el hartazgo se hicieron presentes este jueves cuando cerca de 2 mil integrantes de la Coordinadora Nacional de Artesanos y Comerciantes de Tehuacán tomaron las instalaciones de Coppel en la Calzada y amenazaron con cerrar también las sucursales del centro del municipio. ¿La razón? La desaparición de 260 mil pesos que una humilde artesana había ahorrado durante años.
Doña Alicia Vázquez Vázquez, una mujer trabajadora y madre de familia, denunció que el dinero —reunido con el esfuerzo de toda su familia y destinado al tratamiento médico de su esposo diabético, recientemente amputado— simplemente desapareció de su cuenta bancaria.
Según relata, al acudir a retirar parte del dinero, el sistema marcaba que ya había sido utilizado. Desde la tienda, le mostraron supuestos recibos de compras, pero no hay claridad: los tickets sólo muestran montos, sin detalles de productos, lo que genera más dudas que respuestas.
La comunidad no se quedó callada. En medio del silencio de la empresa y la falta de una solución clara, los manifestantes dieron una hora de plazo para recibir atención. Nadie salió. En respuesta, comenzaron a movilizarse por otras sucursales de Coppel en el centro, mientras mantenían bloqueada la principal. Incluso derribaron cámaras de seguridad como acto de protesta y un guardia fue agredido tras ser señalado de presuntamente filtrar información.
Esta es la segunda vez que las instalaciones de Coppel son tomadas por este mismo caso. La demanda es clara: que la empresa aclare el destino del dinero, y que se haga justicia.
¿Cómo puede desaparecer una cuenta entera sin explicación? ¿Dónde están los mecanismos de protección al usuario? ¿Quién responde por una vida que depende de ese dinero?
Las y los ciudadanos ya se cansaron de que las injusticias se escondan detrás de corporativos.
