Me llamo Dioselina, tengo 64 años y vivo en Reynosa.
Desde hace meses he vivido el dolor más profundo que puede sentir una abuela, y hoy levanto la voz porque quiero proteger a mi nieto y no sé cuánto tiempo me quede aquí.
Mi nieto es un niño con autismo. Empecé a notar actitudes extrañas cuando visitaba a mi hija en CDMX, especialmente en la relación entre el niño y su padre.
Un día, mi nieto expresó que no quería quedarse con él, y desde entonces he buscado respuestas.
He acudido a las autoridades, se han realizado evaluaciones profesionales, pero por su condición, muchas veces no lo escuchan ni lo toman en serio.
Hoy me encuentro sola, con el corazón roto, y sin poder verlo desde hace más de 6 semanas.
No sé cómo está, no sé qué vive, pero sé que necesita ser escuchado y protegido.
No tengo la ley, no tengo a mi hija…
Pero tengo Internet.
Y tengo a quienes me lean, me crean, y me ayuden a hacer ruido.
Por favor, comparte. Porque alzar la voz puede salvar una vida.
#JusticiaParaMiNieto #NiñezProtegida #EscuchemosALosNiños #AutismoConAmor #AbuelaValiente



